naïf days: 1/9/10

Me gustan las cosas de chicas, los juguetes de chica, las habitaciones de chica, los cuentos de chicas y los ponies. Me gusta todo eso y no puedo evitarlo. Ahora bien, si hay algo que me fascine aún más que las chicas, eso, sin duda alguna, son los chicos. Me hipnotizan esos rituales de la masculinidad, tan evidentes que casi los puedes tocar y tan misteriosos que no puedes más que soñar con ellos.

He decidido empezar un post regular para compartir todas esas imágenes que me inspiran, imágenes que exploran el territorio del muchacho en todas sus posibles versiones. El pequeño Timmy, el Huckleberry Finn y el jovenzuelo con hollín en la mejilla; el chico malo, el inadaptado y el preadolescente que se sienta en un bordillo mientras sus amigos juegan al fútbol.

Empiezo con Les Quatre Cents Coups. Si esto fuera un libro, no podría tener otra portada.