De la gala de los Oscar de anoche -y cuando digo gala me refiero únicamente a la alfombra roja- saco dos cosas en claro, la sosez suprema de la mayoría de las asistentes y el auge imparable del drapeado. Debo reconocer que nunca he sido una gran fan del drapeado, si bien reconozo que un buen drapeado a lo Vionnet puede aportar una gran dosis de elegancia. Los había de todo tipo: amorfos, estilizados, excesivos, delicados e incluso achorizados -véase el prodigio de Mariah Carey-.
De los looks, en general, diré que me parecieron poco arriesgados, poco favorecedores y, con contadas excepciones, acompañados de malas propuestas de maquillaje. Tras una pequeña investigación, éste es mi veredicto:
dios maria carey, acaba con tu vida ya
ResponderEliminarMe encanta el vestido de Anna Kendrick..
ResponderEliminarY Meryl Streep, tan glamorosa como siempre